Volkswagen Touran Park Assist
Para alcanzar en menos de diez años la mente del aparcamiento automático, es necesario contar con un enorme laboratorio de investigación, y nada más fácil que pedir la colaboración de diversas empresas no militares. Al fin y al cabo los civiles también se beneficiarán con el tiempo, como ha ocurrido con la red Navstar de satélites, en la que está basada toda la tecnología de posicionamiento global, que tan útil es actualmente a nivel de usuario doméstico y que genera enormes beneficios a multitud de nuevas empresas. También Internet, que in principio se llamaba Arpanet, fue desarrollado por los militares estadounidenses.
Para incentivar la investigación de los automóviles robotizados, se creó hace unos años la Darpa Grand Challenge, una carreta que, a través del desierto del Mojave, pretende llevar unos vehículos todo terreno no tripulados por un recorrido de 300 km entre Los Ángeles y Las Vegas, en Nevada.
Todo esto viene a colación porque, en la última edición de esta carreta, el ganador ha sido un Volkswagen Touareg, muy modificado pero al fin y al cabo un coche de serie al que se le han adaptado varios mecanismos dirigidos por un sistema "by wire", es decir por cábles eléctricos que transmiten los dictamines desde un ordenador hasta varios servo mecanismos que actúan sobre dirección, frenos, acelerador, etc. Más o menos como funciona un avión moderno tipo Airbus pero in intervención humana. En la edición 2007, el recorrido serás más urbano, y habrá en la salida un Volkswagen Passat, dispuesto a alzarse con la victoria.
De momento Volkswagen no comercializa nada parecido, quedándose con una tecnología mucho más sencilla, como es el aparcamiento asistido, que de todas formas es el comienzo de lo que nos depara el futuro próximo, en el que veremos ayudas a la conducción que hace apenas quince años nos sonarían a broma.
Volkswagen equipa al monovolumen Touran con un mecanismo similar al que equipa a los grandes camiones de varios ejes, aunque simplificado, que puede aparcar el vehículo en quince segundos, siempre que sea marcha atrás. Primero debemos seleccionar el hueco; al circular por la calle a menos de 30 km/h, unos sensores monitorizan todos los huecos en la calle. Manualmente debemos colocar el automóvil en la posición especificada por el sistema "Park Assist", poner la marcha atrás y acelerar muy lentamente, mientras el ordenador da las órdenes precisas a la dirección, para que se mueva en el sentido correcto.
El mecanismo aún tiene ciertas lagunas, pues no detiene el coche, y es incapaz de manejar la caja de cambios, los frenos o el acelerador.
Durante la prueba práctica, hubo que hacer bastantes intentonas para que los sensores reconocieran los huecos de aparcamiento, luego colocar el coche en la posición exacta que se indica en el display y vigilar antentamente el entorno, pues el ordenador sólo lee el hueco, pero no se detiene ante ningún nuevo obstáculo una vez comenzada la maniobra, algo que sigue encomendado al conductor, igual que el acelerar lentamente, o frenar para no colisionar con los demás vehículos aparcados.
De momento, la utilidad es relativa, seguramente reservada para situaciones especiales o personas con cierta discapacidad, pero no hay duda que es el principio de un sinfín de operaciones automáticas que en un futuro mediato simplificarán bastante la conducción.
Para incentivar la investigación de los automóviles robotizados, se creó hace unos años la Darpa Grand Challenge, una carreta que, a través del desierto del Mojave, pretende llevar unos vehículos todo terreno no tripulados por un recorrido de 300 km entre Los Ángeles y Las Vegas, en Nevada.
Todo esto viene a colación porque, en la última edición de esta carreta, el ganador ha sido un Volkswagen Touareg, muy modificado pero al fin y al cabo un coche de serie al que se le han adaptado varios mecanismos dirigidos por un sistema "by wire", es decir por cábles eléctricos que transmiten los dictamines desde un ordenador hasta varios servo mecanismos que actúan sobre dirección, frenos, acelerador, etc. Más o menos como funciona un avión moderno tipo Airbus pero in intervención humana. En la edición 2007, el recorrido serás más urbano, y habrá en la salida un Volkswagen Passat, dispuesto a alzarse con la victoria.
De momento Volkswagen no comercializa nada parecido, quedándose con una tecnología mucho más sencilla, como es el aparcamiento asistido, que de todas formas es el comienzo de lo que nos depara el futuro próximo, en el que veremos ayudas a la conducción que hace apenas quince años nos sonarían a broma.
Volkswagen equipa al monovolumen Touran con un mecanismo similar al que equipa a los grandes camiones de varios ejes, aunque simplificado, que puede aparcar el vehículo en quince segundos, siempre que sea marcha atrás. Primero debemos seleccionar el hueco; al circular por la calle a menos de 30 km/h, unos sensores monitorizan todos los huecos en la calle. Manualmente debemos colocar el automóvil en la posición especificada por el sistema "Park Assist", poner la marcha atrás y acelerar muy lentamente, mientras el ordenador da las órdenes precisas a la dirección, para que se mueva en el sentido correcto.
El mecanismo aún tiene ciertas lagunas, pues no detiene el coche, y es incapaz de manejar la caja de cambios, los frenos o el acelerador.
Durante la prueba práctica, hubo que hacer bastantes intentonas para que los sensores reconocieran los huecos de aparcamiento, luego colocar el coche en la posición exacta que se indica en el display y vigilar antentamente el entorno, pues el ordenador sólo lee el hueco, pero no se detiene ante ningún nuevo obstáculo una vez comenzada la maniobra, algo que sigue encomendado al conductor, igual que el acelerar lentamente, o frenar para no colisionar con los demás vehículos aparcados.
De momento, la utilidad es relativa, seguramente reservada para situaciones especiales o personas con cierta discapacidad, pero no hay duda que es el principio de un sinfín de operaciones automáticas que en un futuro mediato simplificarán bastante la conducción.
Fuente: supercoch.es
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